Me tome un ratillo para ver la última película del director francés Michel Gondry, aprovechando que son vacaciones.
A mi parecer, esta película es una muestra más de los caprichos cinematográficos de los directores, que no siempre son malos, solo que son muy notorios.
La película, como ya es su estilo de Michel, es una apuesta mas a la creatividad, planteamiento e imaginación, que al presupuesto, al llamado budget.
Si bien es una película que nunca tiene fuerza, que te mantiene en el mood monótono de una película sin trascendencia, solo esperando que algo mas pase cuando te das cuenta que no va pasar nada.
Lo rescatable de la película, es la imaginación y capacidad para personificar diversos actores, con actores actuando, la manera en la que Gondry hace los efectos especiales, el apoyo en materiales físicos para hacer maquetas, en el esfuerzo físico de alguien, es muy interesante.
La movie a secas, es ver como los personajes hacen otras peliculas, y la verdad eso me gustó mucho.
Soundtrack muy bueno, actuaciones que cumplen como la del respetable Danny Glover, o de Jack Black, que me cae mal, pero maneja su género como nadie y un cameo de Sigourney Weaver , enseñame al olvidarte Ellen Ripley.
Dudo que llegue a Guadalajara en cine comercial, este tipo de películas ya no llegan para estos barrios.
No es una mala película, solo que tiene a Eternal Sunshine of the Spotless Mind (2004) y La Science des rêves (2006) como sus antecesoras, las dos, excelentes a mi criterio.
Recomiendo que la vean, yo la verdad esperaba más del filme, pero con gusto la volvería a ver, por una razón simple, es cine diferente, y creo que a veces está bien ver algo que no sea tan masticado con anterioridad.
Sal, Salud y Saludos
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