El día de mañana por fin darán inicio los Juegos Olímpicos de Beijing 2008 o Pekín, cada quien su topónimo, el caso es que, desde que fue ganadora de la sede por ahí del año 2001, no se ha dejado de hablar de los Juegos, obviamente progresivamente en mas cantidad los últimos dos años.
Es increíble el tumulto que genera un evento de tal magnitud, el mundo se paraliza un momento para recibir la fiesta deportiva de mayor longevidad, tradición e importancia.
Existen dos factores que a mi punto de vista, crea una expectativa diferente a los Juegos, en primer lugar China el país anfitrión, y dos las Olimpiadas.
China, lo defino con mi poco conocimiento y gran ignorancia al país, como difícil, extenso y muy complicado resulta hablar de china, potencia en crecimiento acelerado, en cualquier campo que se nos ocurra pensar, que durante los próximos 15 días del año, los ojos del mundo de nuevo girarán hacia ellos.
Construcciones vanguardistas que nos dejan con la boca abierta incluso en un basurero, para muestra la monstruosidad del estadio nacional llamado “El Nido” por su forma, vías de desplazamiento trazadas inteligentemente, organización excepcional para recibir a mas de 10 500 atletas que albergará la Villa Olímpica, un sistema creado para evitar la lluvia el día de la inauguración, basado en cañonazos de Yoduro de plata para provocar lluvias antes de la inauguración , eso es China, un país preparado para el mundo y sus las circunstancias que le presenten.
Existe la contraparte a tantos elogios, tal es el caso del régimen comunista que tanto degrada los derechos humanos, la contaminación incontrolable en la capital China, la sobrepoblación, las manifestaciones constantes en relación al Tibet, problemas políticos, sociales y humanitarios, que tiene a Beijing con mano dura a cualquier evento no planeado para ellos pero con esquizofrenia terrorista.
Meras hipótesis, opiniones encontradas de todas las personas, lo increíble y sorprendente es el eje del mundo que tendremos próximamente, no pasará un solo día sin saber algo, escuchar, ver, aplaudir o celebrar, en estos Juegos.
México, nuestro país, que pasará con nuestros atletas, los 83 elementos que formarán la delegación mexicana. Pocos sí, con talento mas de alguno.
José Everardo Cristóbal Quirino, campeón mundial de Canotaje hace dos años, Paola Espinoza, clavadista considerada en las 5 mejores en el trampolín de 10 metros, Rommel Pacheco, clavadista en trampolín de 10 metros y Vanessa Zambotti en Judo, medalla de oro en los pasado Juegos Panamericanos, todos ellos van, como las promesas mexicanas de medalla, ¿lo lograrán?, eso espero y si no sucede así, que importa, siguen siendo desconocidos para muchos que están leyendo esto.
Me confieso, seguidor del deporte en general, disfruto ver competencias deportivas donde la técnica, determinación y esfuerzo, puede darle alegría a un país entero en plena crisis política como es nuestro caso.
Bienvenido Beijing, la celebración ha comenzado.
Es increíble el tumulto que genera un evento de tal magnitud, el mundo se paraliza un momento para recibir la fiesta deportiva de mayor longevidad, tradición e importancia.
Existen dos factores que a mi punto de vista, crea una expectativa diferente a los Juegos, en primer lugar China el país anfitrión, y dos las Olimpiadas.
China, lo defino con mi poco conocimiento y gran ignorancia al país, como difícil, extenso y muy complicado resulta hablar de china, potencia en crecimiento acelerado, en cualquier campo que se nos ocurra pensar, que durante los próximos 15 días del año, los ojos del mundo de nuevo girarán hacia ellos.
Construcciones vanguardistas que nos dejan con la boca abierta incluso en un basurero, para muestra la monstruosidad del estadio nacional llamado “El Nido” por su forma, vías de desplazamiento trazadas inteligentemente, organización excepcional para recibir a mas de 10 500 atletas que albergará la Villa Olímpica, un sistema creado para evitar la lluvia el día de la inauguración, basado en cañonazos de Yoduro de plata para provocar lluvias antes de la inauguración , eso es China, un país preparado para el mundo y sus las circunstancias que le presenten.
Existe la contraparte a tantos elogios, tal es el caso del régimen comunista que tanto degrada los derechos humanos, la contaminación incontrolable en la capital China, la sobrepoblación, las manifestaciones constantes en relación al Tibet, problemas políticos, sociales y humanitarios, que tiene a Beijing con mano dura a cualquier evento no planeado para ellos pero con esquizofrenia terrorista.
Meras hipótesis, opiniones encontradas de todas las personas, lo increíble y sorprendente es el eje del mundo que tendremos próximamente, no pasará un solo día sin saber algo, escuchar, ver, aplaudir o celebrar, en estos Juegos.
México, nuestro país, que pasará con nuestros atletas, los 83 elementos que formarán la delegación mexicana. Pocos sí, con talento mas de alguno.
José Everardo Cristóbal Quirino, campeón mundial de Canotaje hace dos años, Paola Espinoza, clavadista considerada en las 5 mejores en el trampolín de 10 metros, Rommel Pacheco, clavadista en trampolín de 10 metros y Vanessa Zambotti en Judo, medalla de oro en los pasado Juegos Panamericanos, todos ellos van, como las promesas mexicanas de medalla, ¿lo lograrán?, eso espero y si no sucede así, que importa, siguen siendo desconocidos para muchos que están leyendo esto.
Me confieso, seguidor del deporte en general, disfruto ver competencias deportivas donde la técnica, determinación y esfuerzo, puede darle alegría a un país entero en plena crisis política como es nuestro caso.
Bienvenido Beijing, la celebración ha comenzado.
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